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tantos a駉s, que ya ni se lo recuerda. La Tierra
ten韆 su corteza intacta, con magistrales granitos
acaramelados. La
furia interna se transforma en magma y, de ella, se
desprende, como una lanza hacia el coraz髇 del
cielo, un gigante dormido que se despereza y
alcanza las estrellas.
Antes
de encontrarme con 閘, he tenido que recorrer
senderos de grava. Atraves?siete t鷑eles
(siete... 縨arca suerte o energ韆?), donde le hice
cosquillas a la monta馻. Sinuosa
ruta que se eleva, y, con su paso, voy descubriendo
colores que una paleta de acuarelas no podr韆
definir con sus pol韈romos vocablos.
Algunas
monta馻s est醤 recostadas sobre sus espaldas.
Otras, en cambio, s髄o muestran circos y morrenas,
pero, como no puedo describir aquello que se despliega
ante mis ojos, retengo en la retina la inmensidad, y
yo, solamente, puedo admirar sin enunciar palabra.
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El
pico Aconcagua est?en la cordillera de
los Andes, en la provincia argentina de
Mendoza, y alcanza una altura aproximada
de 6962 metros.
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Circos
glaciales se descuelgan de lo alto y, formando
cascadas en sus contornos, se descubren morrenas.
Cuando nieva, el circo queda sepultado esperando
renacer en primavera y los glaciares producen el
declive para que algunos intr閜idos desaf韊n la
naturaleza e intenten dominarla con zapatos de no
atletas.
El
camino nos conduce a los penitentes que claman
silencio y oraci髇 a los transe鷑tes que por all? pasan. Es imposible no acallar las ideas ante tan
fascinante formaci髇 que representa a dos monjes
que cuidan la monta馻 desde la monta馻.
De
pronto, como sin notarlo, volvemos a sorprendernos
con el agua. 縋uede el agua sorprender? Hasta hoy,
no lo cre韆, pero si usted viera lo que he visto,
seguro responder韆 ?
El
agua se ha combinado con hierro, yodo y sales. Ha
taladrado la piedra y, por a駉s, ha socavado un t鷑el
con pasillos, galer韆s, estalactitas y
estalagmitas. La luz se descompone en su interior
formando un arco iris y la corriente salitrosa corre
por canales y se arroja al lago del interior. El
puente del "Inca" (as?lo llaman) tiene el misterio y
encierra la leyenda cuyana que da cuenta de un paso
secreto desde aqu?hasta Cuzco (coraz髇 inca en
Machu Pichu; s髄o siete d韆s 梔icen?tardar韆
la traves韆). Mojamos los pies en esa agua
sorprendente, la sentimos c醠ida, y, como energ韆 pura de
monta馻, penetra la piel y lleva luz a nuestra
alma.
Sobre
el puente, el pasto forma un colch髇 verde
aterciopelado que invita al caminante a recostarse
y a so馻r con d韆s de ancestros dinosaurios que
correteaban por sus lajas. Una vivienda, s髄o una,
se levanta con aspecto de reposter韆. Convida a
alejarse para disfrutarla en su magnitud. Otra caba馻
pasar韆 desapercibida, pero 閟ta alcanza la
composici髇 de una postal perfecta.
El
derrotero nos ubica en la ruta nuevamente. Al
conductor le anuncia el gendarme del puesto que en
el mirador se detenga.
Sin
saberlo, cuando el auto se detiene, siento temblor
por la espalda. No puedo explicarme qu?sucede,
pero, lentamente, voy elevando mi rostro, y all?
entre otros tantos, se distingue. No podemos dejar
de verlo. Es magistral, voluptuoso, inhiesto,
punzante, refinado, imponente... 揂conagua-6962
s/m? Solamente eso reza el cartel y en 閘 se
concentra toda la geograf韆 topogr醘ica de la
Tierra.
El
silencio reinante nos pide una oraci髇 apenas
audible. 緾髆o no reconocer la fuerza de granito
que nos reta?
Solamente
callamos... Rezamos... dmiramos...!
A
sus pies, un sendero se detiene ante un lago relicto
de geolog韆s pasadas. 揇e los Horcones?es su
nombre, pero me parece que en ese escenario 揹e
los Halcones? tambi閚 podr韆 ser bautizado.
Mientras reflexiono sobre ello, el cielo, turquesa
en exceso, proyecta una sombra a mi lado y un halc髇
despliega sus alas y, elev醤dose, apunta a la cima
del gigante. al vez es la respuesta a mi oraci髇!
縎er?una se馻l?
Sentir
el silencio y disfrutarlo. Da馻rse los o韉os con
tanta calma... Como en un principio, cuando no exist韆
nada. Volver a las ra韈es es la culminaci髇 de la
esperanza. Volver a donde empez?la vida no s髄o
es un postulado filos骹ico, ya que aqu?y ahora es
el sentir de mi alma.
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Susana
Rita Luna (Buenos Aires,
Argentina, 1967) es docente de profesi髇. En
narrativa, cultiva con preferencia los cuentos, en
los que aborda, generalmente, temas sociales y
educativos, que la autora, inspir醤dose en su
realidad cotidiana de docente, desarrolla
magistralmente en un ambiente s髍dido e infrahumano
que describe con toda la crudeza de la realidad.
Cultiva tambi閚 la poes韆, en la que nos muestra
toda la sensibilidad de que es capaz un coraz髇 que
vive entregado a los dem醩. Conocida de todos como
揝u Se駉? administra la lista 揟U CASA, MI
CASA?(www.elistas.net/lista/tucasa_micasa), medio
del que se vale para la publicaci髇 de mensajes y
textos, tanto en prosa como en poes韆, de creaci髇
propia y ajena.
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