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me ha llamado poderosamente la atención la
iglesia de Santiago, ese templo con el que
indefectiblemente nos encontramos los malagueños
cuando transitamos por calle Granada, en el
coloquialmente conocido ‘casco antiguo’ de la
ciudad o, como dicen otros, quizás con más
erudición, ‘centro histórico’... no sé,
pero esa iglesia me resulta diferente de todas los
demás edificios religiosos de la ciudad. Quizás
sea debido a su antigüedad histórica, o su
singular arquitectura, o al efecto sorpresivo que
anidó en mi espíritu cuando tuve conciencia del
curioso e imprevisible hallazgo que tuvo lugar en
su cripta a mediados del siglo pasado y del que es
intención mía daros cuenta en las líneas que
siguen.
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Perspectiva
lateral de la torre de la parroquia de
Santiago. |
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Pero,
antes que nada, no quiero pasar por alto referiros
algo, aunque sea someramente, en relación con su
historia y su arquitectura. Empecemos, pues, por
este orden.
Su
fundación
En
agosto de 1487, caídas las plazas de Ronda,
Antequera y Archidona en poder de las tropas
castellano-aragonesas, se pone cerco a la ciudad
de Málaga, cuyas puertas rinde Alí Dordux, tras
sufrir la ciudad un largo asedio. Las tropas
cristianas se concentraron ante la ‘puerta de
Granada’, explanada que se llamó así por dar
paso al camino que conduce a Granada, en donde hoy
está ubicada la plaza de la Merced.
A
los seis meses de esto, el 12 de febrero de 1488,
los Reyes Católicos, aplicando su política
administrativa en las ciudades que se iban
reconquistando, dividen el término religioso de
la ciudad en cuatro grandes parroquias. La primera
de ellas se puso bajo la advocación del apóstol
Sant Yago (en castellano moderno, Santiago), hacia
quien Isabel y Fernando sentían una gran
devoción; siguieron la parroquia de Santa María
(conocida hoy como el Sagrario, anexa a la
catedral), la de los Santos Mártires y la de San
Juan.
A
instancias de Isabel la Católica, la
construcción de los correspondientes edificios
parroquiales fue encomendada al arzobispo de
Sevilla don Diego de Deza, ya que Málaga, por
aquel entonces, correspondía a la archidiócesis
hispalense. Sin embargo, la situación bélica en
que vivía todavía la corona de Castilla contra
el reino de Granada, último bastión del dominio
árabe en la Península, retrasará la
edificación de los templos.
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Puerta
central del templo, en la que contrastan
las fórmulas y diseños
gótico-mudéjares con la Cruz de
Santiago. |
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Y
así, doce años más tarde, el 25 de julio de
1490 será cuando se inicia la edificación de la
iglesia de Santiago, obras que se llevan a cabo
sobre una antigua construcción musulmana, de la
que se aprovecharon casi todos los elementos
arquitectónicos primigenios, que fueron
acomodados a las necesidades del nuevo edificio
como sede parroquial, y cuya fábrica concluye en
1545. Así pues, la parroquia de Santiago fue la
primera en ser utilizada en Málaga como templo
cristiano.
Numerosos
historiadores opinan que la iglesia de Santiago se
levanta sobre una mezquita, razón por la cual es
tendencia generalizada entre los expertos la
consideración de la torre como un antiguo
alminar, opinión esta que ha de estar bien
fundada, pues todavía podemos admirar en su
arquitectura elementos de evidente estilo
musulmán que así lo ponen de manifiesto.
Su arquitectura
En
la construcción del nuevo templo cristiano se
aprovecharon muchos de los elementos
arquitectónicos de la vieja mezquita, elementos
típicamente de la España musulmana, todavía
perceptibles sin dificultad alguna. En lo que se
refiere al exorno exterior del edificio, se
aplicaron fórmulas y diseños gótico-mudéjar.
Como
rastro de sus orígenes persisten la puerta
central (hoy cegada) y la esbelta torre de
ladrillo visto, que contrasta con el resto de la
fachada y que supone el elemento más
sobresaliente de todo el conjunto arquitectónico
de la iglesia. Corona esta portada la Cruz de
Santiago en relieve con una concha a cada lado.
Está
adornada con ladrillos seccionados formando
rombos. Pero lo que más me llama la atención es
la cúpula semiesférica, que está adornada de
azulejos vidriados y bolas de cerámica en colores
verdes y amarillo-miel, genuinos en la tradición
alfarera hispanomusulmana, rematada por una
veleta.
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Perspectiva
frontal. |
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Con
posterioridad, la fachada del edificio, abierta a
calle de Granada, sufriría reformas durante el
siglo XVIII. De la iglesia de Santiago puede
decirse que tiene piel mudéjar y alma barroca, ya
que las sucesivas remodelaciones que el templo ha
sufrido a lo largo de su historia han hecho que
sea el único templo local donde coexistan ambos
estilos.
Don Juan de San Martín
Paso
ahora a relataros el hecho sorprendente del que ya
os di noticia al comienzo de este escrito.
Málaga
cuenta con un subsuelo que almacena el agua que
baja desde los montes hasta la costa. A lo largo
de este recorrido norte-sur, son muchas las zonas
en las que el agua queda estancada. Y fue
precisamente esta circunstancia la que dio a
conocer el paradero de los restos de don Juan de
San Martín, padre de José Francisco de San
Martín, llamado ‘El Libertador de Argentina’.
Es de saber que don Juan de San Martín había
nacido en España, que fue coronel del ejército
español y que llegó a desempeñar el
cargo de teniente gobernador del Virreinato del
Río de la Plata.
Hoy
se da por cierto que don Juan fue enterrado en la
cripta de dicha iglesia el día 4 de diciembre de
1796, lugar donde fueron localizados sus restos un
24 de julio de 1947 por un muchacho de 16 años,
llamado Rafael Zayas Rodríguez, hijo del
sacristán del mismo templo.
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Juan de
San Martín, padre de José Francisco de San
Martín, ‘El Libertador'. |
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Antes
del hallazgo, Juan Domingo Perón, presidente
argentino desde 1943, en posesión quizás de
alguna noticia en ese sentido, había solicitado
de las autoridades españolas la búsqueda en
Málaga de los restos mortales del padre de su
héroe nacional, ya que tenían proyectado unirlos
a los restos de su hijo en un monumento nacional
en Buenos Aires.
Iniciadas
las correspondientes pesquisas, en el libro de
enterramientos de Santiago apareció la
correspondiente inscripción, pero no había
manera de encontrar dónde estaba el enterramiento
del fallecido. Finalmente, y a causa a una
inundación que se produjo el año referido,
Rafael Zayas se introdujo en la cripta para
proceder al drenaje del recinto llegándole el
agua más arriba de la cintura, labor que se vio
compensada con la localización de una lápida en
la que podía leerse:
Aquí
yace el Sr. Don Juan de San Martín,
que
falleció el día 14 de diciembre.
Año
1796
Los
restos mortales de don Juan de San Martín
descansan hoy en la ciudad de Buenos Aires, junto
a los de su hijo.