os alumnos que acaban de acceder al
Bachillerato comenzar醤 a estudiar,
a principios del curso 2008-09, las
nuevas carreras universitarias, que,
con una duraci髇 de cuatro a駉s,
ser醤 las primeras en adaptarse al
denominado Espacio Europeo de
Educaci髇 Superior (EEES). Cualquier
estudiante podr?iniciar sus
estudios en Madrid o Valencia y
finalizarlos en Par韘 o Roma sin
necesidad de convalidaciones a su
regreso a casa. Todas las
universidades espa駉las ya est醤
inmersas en esta din醡ica: el
objetivo es converger con Europa.
Los estudios universitarios ser醤
homog閚eos en toda Europa
La universidad espa駉la vive inmersa
en un periodo de profundas
transformaciones. Mientras se
tramita la reforma de la Ley
Org醤ica de Universidades (LOU), se
dise馻n nuevos planes de estudio y
m閠odos docentes y se ponen en
pr醕tica diversas f髍mulas de
financiaci髇 universitaria. En dos o
tres a駉s, las nuevas carreras
tendr醤 una estructura homog閚ea en
toda Europa, tanto si se estudian en
Suecia, como si se cursan en
Francia, Alemania o Espa馻. Ya es un
proceso sin vuelta atr醩 que dejar?
sin vigor el modelo actual, formado
por unas 140 titulaciones. Esta
adaptaci髇 responde a las
recomendaciones de la Declaraci髇 de
Bolonia y su meta es lograr la
movilidad sin trabas de alumnos,
docentes e investigadores
universitarios, y la convalidaci髇
real de las titulaciones en el
continente en 2010.
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“El proyecto pone el
acento en la
homologaci髇 de las
titulaciones, pero no
implica en absoluto
uniformidad ni rigidez.” |
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“El proyecto pone el acento en la
homologaci髇 de las titulaciones,
pero no implica en absoluto
uniformidad ni rigidez”, ha se馻lado
la ministra de Educaci髇 y Ciencia,
Mercedes Cabrera. “No s髄o acepta,
sino que potencia la diversidad, una
riqueza que debemos conservar y
acrecentar porque demuestra la
capacidad de las universidades para
responder de forma flexible a las
demandas de la sociedad”. Para la
titular del MEC “la finalidad 鷏tima
es mejorar la calidad de nuestro
sistema, y esto exige una amplia
renovaci髇 pedag骻ica y de las
metodolog韆s docentes que sit鷈 al
estudiante universitario en el
centro del aprendizaje”.
Adi髎 a las licenciaturas
Como novedad, desaparecen los
actuales t韙ulos de diplomado y
licenciado; las futuras carreras se
estructurar醤 en tres nuevos ciclos:
grado, m醩ter y doctor. La propuesta
de debate presentada por el MEC en
septiembre contempla que la mayor
parte de los futuros estudios tenga
una duraci髇 de cuatro a駉s o 240
cr閐itos.
Las ense馻nzas de grado estar醤
articuladas en torno a cinco grandes
ramas de conocimiento y culminar醤
con la elaboraci髇 y defensa de un
trabajo de fin de carrera. Los
grados deben garantizar una
formaci髇 completa, con un mayor
protagonismo para la ense馻nza
pr醕tica y la movilidad. El m醩ter,
de car醕ter oficial y continuaci髇
del grado, contempla entre 60 y 120
cr閐itos y, para obtenerlo, los
alumnos deber醤 defender tambi閚 un
proyecto. Al doctorado podr醤
concurrir los estudiantes que hayan
obtenido el grado, constar?de un
periodo de formaci髇 de 60 cr閐itos
y una segunda fase de investigaci髇,
que se saldar?con la defensa de una
tesis.
“En general, la propuesta ha sido
bien recibida”, apunta el rector de
la Universidad Complutense, Carlos
Berzosa. “La estructuraci髇 de los
estudios universitarios y la
duraci髇 de cuatro a駉s para las
carreras parece algo positivo, desde
luego mejor que la propuesta
anterior de pasar de cinco a駉s a
tres”. Esta opini髇 es compartida
por el Consejo de Coordinaci髇
Universitaria, en el que est醤
representados los rectores, el MEC y
las Comunidades Aut髇omas.
El texto ministerial tambi閚 ha
recibido la “favorable disposici髇”
de la Conferencia de Rectores de las
Universidades Espa駉las (CRUE). Para
Pedro Gonz醠ez-Trevijano, rector de
la Universidad Rey Juan Carlos, “las
universidades llevaban demasiado
tiempo esperando la definici髇 final
por parte del MEC de la organizaci髇
de las ense馻nzas superiores.
Seguramente, el proceso se ha
dilatado ya demasiado tiempo, y se
hace necesaria su pronta puesta en
marcha”. Aunque existen matices y
alguna voz discrepante con el
documento. “Vemos bien que algunos
t韙ulos se obtengan en cuatro a駉s,
pero otros ya funcionan bien en
tres. No veo por qu?cambiar. Los
estudiantes perder醤 movilidad”, ha
se馻lado Antoni Gir? presidente de
la Asociaci髇 Catalana de
Universidades P鷅licas, al referirse
a estudios como 觩tica, Fisioterapia
o Turismo. En este caso, Berzosa es
de la misma opini髇: “No encuentro
que tenga mucho sentido ampliar un
a駉 diplomaturas que duran tres,
funcionan bien y facilitan una
salida al mercado de trabajo m醩
r醦ida”.
Un t韙ulo reconocible
La reforma tiene en cuenta la
experiencia de algunos pa韘es
europeos donde hay dudas sobre las
posibilidades de encontrar empleo de
los graduados de tres a駉s o 180
cr閐itos. De hecho, de forma
mayoritaria, los j髒enes, en varios
pa韘es, contin鷄n sus estudios con
un m醩ter al finalizar el grado, lo
que en realidad hace que las
carreras sean de cinco a駉s. “No
queremos tener titulados
universitarios de primera y de
segunda. Pretendemos crear una
estructura de t韙ulos con un primer
t韙ulo de grado que sea f醕ilmente
reconocible en el mundo profesional
como el t韙ulo universitario”,
aclara el director general de
Universidades, Javier Vidal. A su
juicio, el grado debe ser suficiente
para ejercer profesionalmente en
casi todos los 醡bitos, mientras que
el m醩ter constituye una formaci髇
especializada de alto nivel que
responde a necesidades de formaci髇
inicial y de aprendizaje permanente.
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La opci髇 de 240
cr閐itos va a permitir
adem醩 una mejor
adecuaci髇 con otros
sistemas universitarios
de gran importancia en
el mundo, como los de
Estados Unidos y
distintos pa韘es de Iberoam閞ica
y Asia. |
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En cualquier caso, la mayor韆 de los
estudiantes europeos podr?tener su
primer t韙ulo a la misma edad que
los espa駉les, 22 a駉s, ya que gran
parte de los pa韘es que han optado
por 180 cr閐itos tienen una edad de
entrada a la universidad a los 19
a駉s, mientras que en Espa馻 es a
los 18 a駉s. La opci髇 de 240
cr閐itos va a permitir adem醩 una
mejor adecuaci髇 con otros sistemas
universitarios de gran importancia
en el mundo, como los de Estados
Unidos y distintos pa韘es de
Iberoam閞ica y Asia. Este esquema se
aplicar?de forma general, aunque no
todos los estudios tendr醤 la misma
duraci髇. Por ejemplo, Medicina
seguir?curs醤dose en 6 a駉s. Otras
carreras responden a directrices
espec韋icas, al tener que acreditar
competencias profesionales reguladas
por diferentes ministerios, como es
el caso de Arquitectura, las
diferentes ingenier韆s, Veterinaria
u Odontolog韆.
Otra de las razones de peso de la
reforma es mitigar el abandono
acad閙ico, que se sit鷄 en un
peligroso 30 por ciento, un dato
nada significativo si se tiene en
cuenta que casi la mitad de los
alumnos de Bachillerato no saben qu?
carrera va a estudiar a tan s髄o
tres meses de su ingreso en escuelas
y facultades. Seg鷑 dice Virgilio
Zapatero, rector de la Universidad
de Alcal?de Henares, “el nuevo
modelo prev?un primer curso m醩
flexible, que permitir?a los
alumnos rectificar en caso de no
estar satisfecho con el camino
elegido en primera instancia, sin
perder todo el a駉. Creemos que esto
reducir?el abandono que se da en
los inicios de los estudios
universitarios”. Est?comprobado que
durante el primer a駉 se produce
casi el 60 por ciento de todos los
abandonos, especialmente en las
carreras t閏nicas. La nueva
ordenaci髇 posibilitar?que, sin
perder parte de lo estudiado, un
alumno pueda saltar de un t韙ulo a
otro de la misma rama, por ejemplo,
de Filosof韆 a otra especialidad de
Humanidades.
Erasmus, campo de pruebas
Para facilitar la flexibilidad de
los nuevos estudios y la movilidad
del alumnado “la clave est?en el
sistema de acumulaci髇 y
transferencia de cr閐itos”, se馻la
Javier Vidal. Todos los pa韘es del
EEES orientan su labor para
conseguir el reconocimiento y la
homologaci髇 tanto de estudios como
de materias cursadas en diferentes
centros y pa韘es. “Adem醩, estamos
trabajando para que la movilidad se
refuerce por medio de la ampliaci髇
de las ayudas y becas. Por ejemplo,
en 2007, el presupuesto de apoyo al
programa Erasmus pasar?de cinco
millones a 50 millones de euros”,
apunta Vidal. Puede decirse que
Erasmus ha sido una especie de
“campo de pruebas” para el
desarrollo del Espacio Europeo. “Es
una experiencia intercultural y
multiling黣, esencial para la UE del
futuro”, se馻la el comisario europeo
de Educaci髇, Jean Figel, en
referencia a este programa, del que
se han beneficiado 1.400.000
estudiantes desde su puesta en
marcha en 1987. Seg鷑 los datos del
curso 2003-04, la participaci髇
espa駉la en el programa Erasmus
sobrepas?los 20.000 estudiantes.
Mar韆 Jes鷖 Hern醤dez, licenciada en
Derecho por la Complutense, se
benefici?de una de esas becas y
curs?en Alemania 3.?/span>
de carrera. “Estos intercambios
—dice—
te convierten en ciudadano europeo
de verdad, ampl韆s tu horizonte y te
hacen crecer personalmente al tener
que amoldarte a otra cultura y otro
idioma”.
Mayor autonom韆
“La propuesta del Gobierno
incrementa notablemente la autonom韆
de las universidades hasta unos
niveles que son desconocidos en
Espa馻”, se馻la el rector Virgilio
Zapatero. “En este sentido, las
universidades saludamos esta apuesta
del Gobierno por hacer realidad el
derecho a la autonom韆 proclamada en
nuestra Constituci髇”. Para el
dise駉 de las nuevas carreras, el
MEC elaborar?las directrices
generales. Despu閟, ser?cada
universidad la que proponga el plan
de estudios para cada t韙ulo,
ajustado a esas directrices; el CCU
comprobar?que se cumplen esos
requisitos y, si la Comunidad
Aut髇oma correspondiente lo aprueba,
ese t韙ulo ver?la luz a trav閟 de
un decreto y se englobar?en un
Registro de T韙ulos.
En este proceso ha habido mucho
debate y posiciones encontradas, con
firmes partidarios y detractores de
la convergencia europea. Las
principales organizaciones de
estudiantes plantean cuestiones como
potenciar su participaci髇 tanto en
la ense馻nza como en el dise駉 de
los t韙ulos, el incremento de las
becas, el cambio de las metodolog韆s
docentes o la necesidad de una mayor
financiaci髇 para evitar que haya
universidades “de primera y de
segunda”. El rector de la
Complutense precisa que “las
universidades no disponen de una
financiaci髇 complementaria para
afrontar el proceso de reforma que
supone la convergencia”. Tambi閚, la
CRUE, a trav閟 de su presidente,
Juan V醶quez, ha reclamado un pacto
sobre financiaci髇 entre el Gobierno
y las CC. AA., haciendo especial
hincapi?en la necesidad de aportar
fondos espec韋icos a la adaptaci髇
del sistema universitario espa駉l al
EEES.
“Lo importante
—dice
Berzosa—
es que vamos avanzando, y, cuando
llegue 2010, habremos hecho los
cambios necesarios para compartir
ese Espacio Europeo. Las
universidades est醤 haciendo los
esfuerzos necesarios para responder
al reto de la convergencia, que es
una oportunidad para introducir
mejoras en la calidad de la docencia
y, por supuesto, para la
equiparaci髇 y homologaci髇 de
t韙ulos en el 醡bito europeo”.
Puntos clave
Adem醩 de los nuevos t韙ulos de
grado, m醩ter y doctorado, 閟tas son
algunas de las claves de la nueva
organizaci髇 universitaria:
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Una de las novedades es
que todos los t韙ulos
estar醤 sometidos a
evaluaciones peri骴icas
para revisar el
cumplimiento de lo
propuesto por cada
universidad en el plan
de estudios. |
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Cr閐itos.
Los actuales, equivalentes a 10
horas de clase, computan el tiempo
de docencia te髍ica y pr醕tica
impartido por los profesores. Con el
EEES, llegan los European Credits
Transfer System (ECTS), una especie
de unidad de valoraci髇 del trabajo
total del alumno y de su aprendizaje
te髍ico y pr醕tico. Permitir醤 que
la labor desarrollada por un
estudiante en cualquier universidad
sea f醕ilmente reconocible,
acad閙ica y profesionalmente, por
otra.
Suplemento Europeo al T韙ulo.
Dota a todo el sistema de
transparencia. Es un documento que
acompa馻r?al t韙ulo durante toda la
formaci髇 del alumno, para hacerlo
f醕ilmente comprensible y comparable
entre los pa韘es de la UE. Contendr?
informaci髇 acad閙ica y profesional
sobre los estudios cursados, su
contexto nacional y las capacidades
adquiridas; permanecer?abierto para
incorporar futuros aprendizajes.
Cambiar a tiempo.
En la primera fase de grado, el
alumno podr?cambiar a otros
estudios de la misma rama de
conocimiento sin que ello suponga
perder cr閐itos o desventaja
acad閙ica. Habr?partes comunes de,
al menos, 60 cr閐itos al inicio de
cada t韙ulo. Objetivo: frenar el
creciente abandono acad閙ico y dar
la oportunidad de rectificar una
opci髇 inicial equivocada.
Certificaci髇.
Una vez superados 120 cr閐itos, el
estudiante recibir?un Certificado
de Estudios Universitarios Iniciales
(CEUI), con el que podr?acreditar
lo estudiado. Esto va a posibilitar
la salida y entrada de los
estudiantes del mundo laboral a la
universidad.
Evaluaci髇.
Una de las novedades es que todos
los t韙ulos estar醤 sometidos a
evaluaciones peri骴icas para revisar
el cumplimiento de lo propuesto por
cada universidad en el plan de
estudios. Las ense馻nzas que superen
el examen ser醤 acreditadas y las
que no, despu閟 de un periodo para
subsanar defectos, pueden llegar
incluso a perder la validez oficial.
Movilidad.
Es una de las razones de peso del
EEES. La reforma de la LOU establece
que se eliminar醤 todas las barreras
que impidan el correcto
funcionamiento de los cr閐itos
europeos en su doble dimensi髇 de
transferencia y acumulaci髇. En las
nuevas carreras se promover?que los
estudiantes cursen, al menos, un
semestre de sus estudios en una
universidad extranjera.
Un proceso para una d閏ada
El proyecto para armonizar los
sistemas universitarios europeos no
nace en Bolonia, sino en la Sorbona,
en 1998, a trav閟 de una Declaraci髇
que firmaron los ministros de
Educaci髇 de Francia, Alemania,
Italia y Reino Unido. Tras ese
primer paso, llegar韆 la Declaraci髇
Conjunta de Bolonia un a駉 despu閟,
que suscriben 31 Estados, un
documento que establece las l韓eas
principales por las que debe
desarrollarse el mencionado Espacio
Europeo.
Con la vista puesta en la pr髕ima
conferencia que tendr?lugar en
Londres en 2007, diversas reuniones
han ido moldeando, a lo largo de
estos a駉s, la estructura del EEES,
como las de Praga en 2001, Berl韓 en
2003 y la m醩 reciente de Bergen
(Noruega), en 2005. Mientras, los
distintos pa韘es han emprendido
reformas legislativas para poder
implantarlo incluso antes de 2010.
En Espa馻 se han aprobado cuatro
reales decretos en 2003 y 2005
relativos a la estructura de las
ense馻nzas, la regulaci髇 de los
estudios de grado y postgrado, el
establecimiento del sistema de
cr閐itos europeos y los criterios
para la expedici髇 del Suplemento
Europeo al T韙ulo.
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En la organizaci髇 de
las ense馻nzas, la
autonom韆 se plasma en
la capacidad de las
universidades para
dise馻r el curr韈ulo de
los t韙ulos. |
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El calendario previsto es que en los
pr髕imos meses se presenten los
borradores con las directrices de
las cinco ramas de conocimiento. En
primavera ser?aprobada la reforma
de la LOU y antes de comienzos del
curso 2007-08 se debatir?y aprobar?
una amplia bater韆 de decretos, como
las ense馻nzas de grado y postgrado,
directrices para la elaboraci髇 de
t韙ulos o el estatuto del personal
docente e investigador (PDI). A lo
largo de ese a駉 acad閙ico, las
universidades comenzar醤 a elaborar
sus planes de estudio, que deben ser
aprobados, primero, por las CC. AA.
y, luego, por el Gobierno.
Finalmente, en octubre de 2008,
echar韆n a andar los primeros
t韙ulos de grado.
ENTREVISTA
a Javier Vidal, director general de
Universidades
緽ajo qu?criterios se est?
desarrollando la integraci髇 de
nuestra universidad en el Espacio
Europeo?
—Los
pilares de nuestra propuesta son la
autonom韆 universitaria combinada
con un riguroso proceso de rendici髇
de cuentas. En la organizaci髇 de
las ense馻nzas, la autonom韆 se
plasma en la capacidad de las
universidades para dise馻r el
curr韈ulo de los t韙ulos. La
rendici髇 de cuentas se basa en un
proceso de verificaci髇 anterior y un seguimiento posterior del
desarrollo y resultados. Todo ello
basado en referentes externos,
nacionales e internacionales, que
nos permitan disponer de un sistema
de acreditaci髇 de t韙ulos
reconocible por otros pa韘es.
縋ueden desaparecer algunas carreras
universitarias en este proceso de
adaptaci髇 al EEES?
—La
desaparici髇 del Cat醠ogo de T韙ulos
hace que la desaparici髇 de un
t韙ulo no sea algo que venga
determinado desde el MEC, es decir,
a priori no est?prevista la
desaparici髇 de t韙ulos. Esta
reforma apuesta por la diversidad
curricular, ya que lo que no tiene
mucho sentido es que las m醩 de 70
universidades espa駉las impartan
t韙ulos exactamente iguales. A
partir de ahora, ser?posible
definir perfiles propios de
titulaciones y aprovechar la
experiencia de las universidades
para poner sus mejores recursos al
servicio de la calidad de las
ense馻nzas.
En el curso 2008-09 comenzar醤 a
impartirse los primeros t韙ulos.
Desde algunos sectores se cree que
es dif韈il de cumplir.
—Todas
las universidades espa駉las llevan
a駉s realizando experiencias piloto
de adaptaci髇 al EEES, tanto de
asignaturas aisladas como de
titulaciones enteras. Estas
experiencias est醤 muy avanzadas y
constituyen, de hecho, los primeros
pasos de la reforma. Adem醩, se
acaba de presentar un estudio en el
que se recogen los principales
aspectos de las nuevas propuestas
metodol骻icas para la formaci髇 en
competencias, uno de los principales
cambios del EEES. Tenemos mucho
camino andado. La universidad
espa駉la est?preparada para
comenzar con los nuevos grados en la
fecha prevista.
Adem醩 de organizar las nuevas
ense馻nzas superiores, 縬u?otros
fines persigue el Proceso de
Bolonia?
—El
proceso de Bolonia tiene como
principal objetivo facilitar que los
titulados universitarios puedan
moverse por Europa (por 45 pa韘es)
con facilidad y acceder a un puesto
de trabajo en las mismas condiciones
que cualquier titulado del propio
pa韘. La organizaci髇 de las
ense馻nzas, el sistema de cr閐itos
ECTS, el suplemento al t韙ulo o la
promoci髇 de la movilidad son medios
para conseguir ese fin. Relacionado
con ello, se encuentra el objetivo
de la UE de aumentar su peso en el
contexto internacional. Las
universidades tambi閚 pueden
contribuir a este objetivo haciendo
que la educaci髇 en Europa sea
atractiva para estudiantes de todo
el mundo. Las universidades deben
contribuir a mejorar el bienestar
social dentro de la llamada sociedad
del conocimiento.
縌u?va a ofrecer el EEES para
mitigar las cifras de abandono?
—El
EEES va a ofrecer los cambios
metodol骻icos y las adaptaciones
curriculares que permitir醤 acercar
a profesor y estudiante,
disminuyendo el fracaso escolar y la
oportunidad de reorientar la
elecci髇 de la titulaci髇 que el
estudiante est?cursando. Para ello,
hemos propuesto que, en determinados
grupos de titulaciones, exista alg鷑
tipo de formaci髇 com鷑 que facilite
estos cambios. En el dise駉 de los
t韙ulos se har?especial incidencia
en aproximar su duraci髇 te髍ica a
la duraci髇 real. El rendimiento de
los estudiantes y la consecuci髇 de
los objetivos de aprendizaje ser醤
criterios clave para la evaluaci髇
de las ense馻nzas.
Tomado de la revista
MUFACE,
N.?205, Diciembre 2006/Enero 2007. |