ara cualquier m閐ico, estudiar los aspectos
patobiogr醘icos de Cervantes,
sobre todo las causas de su
muerte, es, adem醩 de una
aventura sugestiva, un riesgo
del que dif韈ilmente podr? evadirse y que desembocar? probablemente en un terreno
confuso sobre el que se han
vertido r韔s de tinta. Y es
que no se conocen en su
biograf韆 m醩 enfermedades y
defectos que una tartamudez y
un brote de paludismo. Sin
embargo, la herida en la mano
izquierda sufrida en la
batalla naval de Lepanto
representa un suceso
importante en la relaci髇
futura de Cervantes con los
m閐icos, o, mejor dicho, en
la buena opini髇 que sobre
ellos expresa el autor de El
Quijote en sus obras
literarias. De todas formas,
la 鷑ica enfermedad expresada
sintomatol骻icamente en la
literatura cervantina es la diabetes
mellitus. Precisamente, la
misma que aparece, como hoy
sabemos, como causa de su
muerte, junto a un cuadro de
insuficiencia cardiaca.
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Miguel
de Cervantes Saavedra
(1547-1616 |
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Para la redacci髇 de estas notas, adem醩 de la obra
literaria de Cervantes, donde
aparecen en algunas ocasiones
insinuaciones sobre el estado
de su salud, hemos considerado
sobre todo lo que otros
autores han escrito sobre el
particular. En este sentido,
no pueden faltar las opiniones
de Jos?G髆ez Oca馻,
Antonio L髉ez Alonso, Juan
Antonio Cabezas, Jean Babelon,
Luis Astrana Mar韓, Harold
L髉ez M閚dez y Pedro
Gargantilla, entre otros (1).
Biotipo
de Cervantes
De todo ello se deduce en primer lugar que Cervantes
respond韆 a un biotipo
constitucional normopl醩tico,
siguiendo la clasificaci髇 de
Viola (2), o normolineus
o mesosk閘ico, como
tambi閚 se denomin? y que
corresponde al tipo
ast閚ico-atl閠ico de la
clasificaci髇 de Giovanni,
sin predominio de las medidas
de longitud sobre las de
anchura o viceversa. Tambi閚
cabe presumirlo de lo que 閘
mismo nos cuenta en el
pr髄ogo de las Novelas
Ejemplares: ?..el cuerpo
entre dos extremos, ni grande
ni peque駉 [...] de rostro
aguile駉, de cabello
casta駉, frente lisa y
desembarazada, de alegres ojos
y de nariz corva, aunque bien
proporcionada, las barbas de
plata...?
El
tartamudeo de Cervantes
No se conocen en su biograf韆 m醩 enfermedades y
defectos (que ciertamente
tuvieron que existir) que una
tartamudez y un brote de
paludismo con el que lleg?a
Lepanto. La tartamudez se pone
de manifiesto en su etapa
escolar, en C髍doba, cuando
se inicia en la lectura,
cuando las primeras s韑abas
se embarrancan bajo la lengua,
aunque tartajoso debi?ser
toda su vida, como declara
tambi閚 en el pr髄ogo de las
Novelas Ejemplares:
?.. ser?forzoso valerme
por mi pico, que, aunque
tartamudo, no lo ser?para
decir verdades?
Para nuestra fortuna, sus palabras se encasquillaban
solamente cuando sal韆n de su
boca en un tembleque
gramatical, y no cuando
flu韆n de su pluma. De hablar
balbuciente durante toda su
existencia, no hered? sin
embargo, la sordera de su
padre, D. Rodrigo, m閐ico
sangrador (3) que tuvo que
emigrar de Alcal?en busca de
trabajo, que la pl閠ora en la
Medicina tambi閚 ocurr韆 en
aquellas t閙poras, dato que
incluir?en El coloquio de
los perros: 獻nfiera o
que estos dos mil m閐icos han
de tener enfermos que curar
(que ser韆 harta plaga y
malaventura), o ellos se han
de morir de hambre?
Sufri? paludismo
La malaria o paludismo le afect?con un acceso febril
durante su estancia en Corf?
No la adquiere por beber agua
contaminada como indica J. A.
Cabezas, que ya es harto
conocido el papel transmisor
del plamodium que
ejerce el mosquito anopheles.
Siendo, como es, cierto este
acontecer patol骻ico,
deducimos que el acceso
pal鷇ico no fue importante o
su vigor f韘ico y patri髏ico
s?lo era, pues el brote
parasitario no le impidi? tomar parte en la batalla
(玪a m醩 alta ocasi髇 que
vieron los siglos?, y,
llegado el momento de
combatir, no obedeci?a su
capit醤, Sancto Pietro, que
le manda ir 玝axo la c醡ara
de la galera Marquesa?y, por
el contrario, como arcabucero
del Rey, acude a su puesto en
el esquife de la nave.
En
Lepanto, Cervantes
pierde el antebrazo izquierdo
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Don
Quijote y Sancho
Panza, los personajes
centrales de la
primera novela
moderna. |
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Fue en el asalto a la galera capitana del jefe turco
Siroco cuando Cervantes recibe
dos arcabuzazos en el pecho y
en el antebrazo izquierdo.
Acompa馻do por su hermano
Rodrigo, acude a la c醡ara
donde los cirujanos de la
Marquesa le hacen las primeras
curas. Luego, en el hospital
de Mesina, los f韘icos a las
髍denes de L髉ez Madera
tratan de recomponer la mano
zurda de Cervantes, que,
finalmente, tras muchas curas
b醨baras, qued?inservible y
desgobernada. Su convalecencia
es larga a pesar de que, en
alg鷑 momento o tras el
traumatismo, fue intervenido
por el propio Dr. Gregorio
L髉ez, protom閐ico de la
flota y m閐ico de Carlos V.
El per韔do de curaci髇 dura
casi seis a駉s, desde el 7 de
octubre de 1571, fecha de la
herida de guerra, hasta marzo
de 1577. La herida de arcabuz
acaecida en la batalla de
Lepanto representa un suceso
importante en la relaci髇
futura de Cervantes con los
m閐icos, o, mejor dicho, en
la opini髇 que sobre ellos
expresa Cervantes en sus obras
literarias. Cervantes, en este
asunto, es el contrapunto de
los escritores del Siglo de
Oro, y, sobre todo, de Quevedo
que fue el escritor que m醩
odio hacia los galenos verti? en sus escritos.
Cervantes, bien porque aprendi?en "mano"
propia los cuidados de la
Medicina, bien porque ten韆
conocimientos de ella a
trav閟 de los libros que
exist韆n en la biblioteca de
su padre, D. Rodrigo
Cervantes, conocimientos de
los que deja constancia en el
Quijote, trata a los m閐icos
al menos con respeto, otras
veces con admiraci髇 y, en
clave de humor con verbo
risue駉 y grave, cuando no
tiene otra opci髇 que
criticar negativamente su
conducta. El traumatismo de la
mano es el 鷑ico cierto en la
vida de Cervantes. 蒷 lo
reconoce con orgullo ?..
perdi?la mano izquierda de
un arcabuzazo, herida que,
aunque parece fea, 閘 la
tiene por fermosa...?
Tambi閚 est?bastante
aceptado que qued?manco no
en la acepci髇 de p閞dida
anat髆ica de la mano, sino en
la de quebranto del uso o la
funci髇 de la misma, ya que
?.. la siniestra mano estaba
por mil partes ya
rompida...? tal como puede
leerse tambi閚 en la
Ep韘tola a Mateo V醶quez:
?.. en la naval, dura
palestra, perdiste el
movimiento de la mano
izquierda para gloria de la
diestra...?(Viaje al
Parnaso), lo que confirma
la teor韆 de privaci髇 de
movilidad y funci髇, as? como lo orgulloso que
Cervantes se siente con su
manquedad.
Otras
afecciones
De ninguna otra enfermedad o accidente tenemos
conocimiento a trav閟 de la
bibliograf韆 hist髍ica o de
la propia producci髇
literaria de Cervantes.
Solamente se menciona, como
relacionada con los 鷏timos
a駉s de su vida, determinada
sintomatolog韆 en la que los
estudiosos se basan para
determinar las causas de la
muerte. No obstante, varias
prisiones, a駉s de
cautiverios, campa馻s navales
y herida de guerra tuvieron
que dejar su vida maltrecha y
desgraciada, lo que, a la vez
y de forma un tanto
parad骿ica, contribuy?a
templar su alma y a facilitar,
por tantas calenturas de la
memoria, fluidez y belleza en
sus producciones literarias.
Existen muchas dudas sobre las enfermedades que fueron
causa de la muerte de
Cervantes. S髄o sabemos con
certeza que presentaba astenia
y polidipsia, y que el
diagn髎tico que emite un
estudiante de Medicina que
hizo parte del camino de
Esquivias a Madrid con
Cervantes fue de hidropes韆.
As?es que en estos s韓tomas
y en poca cosa m醩 nos
debemos apoyar para emitir un
juicio cl韓ico aproximado de
las causas de su muerte. Es
cierto que en los tres
鷏timos a駉s de su vida su
salud se deterior? hasta el
punto de que don Miguel tuvo
el presentimiento de que
estaba a punto de iniciar el
viaje al fondo de la noche, y,
no queriendo dejar trabajo
pendiente para la eternidad,
entr醨onle las prisas
literarias para concluir lo
pendiente: Novelas
Ejemplares (1613), Viaje
al Parnaso (1614), segunda
parte de El Quijote
(1615), Trabajos de
Persiles (1616-1617).
Cervantes
fue diab閠ico
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Fue en el asalto a la galera capitana del jefe turco
Siroco cuando Cervantes recibe
dos arcabuzazos en el pecho y
en el antebrazo izquierdo. |
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La polidipsia (mucho beber), s韓toma evidente de diabetes
mellitus, es confundida
con hidropes韆 por el
estudiante de Medicina, que le
acompa馻ba desde Esquivias, y
probablemente tambi閚 por su
m閐ico. La diabetes no se
conoce como tal enfermedad
hasta los a駉s veinte del
siglo pasado, y, por aquellas
calendas, la hidropes韆 no
era un s韓toma, sino una
enfermedad cuyo origen
desconoc韆n los f韘icos de
la 閜oca. El texto m醩
antiguo que hemos consultado
sobre el significado del
t閞mino 揾idropes韆?es
el Diccionario castellano
con las voces de ciencia y
arte, de Esteban de
Terreros y Pandro, de 1787. En
閘 se dice que 玡s
enfermedad causada por una
masa de agua, que se junta en
alguna parte del cuerpo? Por
tanto, cuando Cervantes, a
lomos de su jumento patilargo,
confiesa al estudiante que
est?cansado, que las carnes
le enflaquecen y que tiene sed
(4), recibe el diagn髎tico
l骻ico de hidropes韆, ya que
el exceso de agua que bebe el
enfermo se 玧unta como masa
de agua en alguna parte del
cuerpo? Puede advertirse en
esta secuencia que el
estudiante no tiene futuro
alguno ni como diagnosticador,
ni como pronosticador de la
evoluci髇 del mal: 獷sta
enfermedad es de hidropes韆,
que no la saciar?toda el
agua del mar Oc閍no que
dulcemente se bebiera; vuesa
merced, se駉r Cervantes,
ponga tasa al beber, no
olvid醤dose de comer, que con
esto sanar?sin otra medicina
alguna?
Cervantes lo pasa tan mal en aquel viaje, que escribir? de s?mismo que 玹iene
tantas se馻les de muerto como
de vivo? y, respondiendo al
estudiante en el
interrogatorio anamn閟ico, a
lomos del asno patilargo,
est?indicando expresamente
cu醠 es su s韓toma cardinal,
el m醩 importante
(polidipsia), emitiendo
asimismo una predicci髇 de su
corta expectativa de vida:
獷so me han dicho muchos
―respond?yo―;
pero as?puedo dejar de beber
a todo mi benepl醕ito, como
si para s髄o eso hubiera
nacido. Mi vida se va
acabando, y, al paso de las
efem閞ides de los pulsos,
que, a m醩 tardar, acabar醤
su carrera este domingo,
acabar?yo la de mi
vida...?
Posibles
causas del fallecimiento de
Cervantes
No documentada, pues, la existencia de edemas o ascitis o
cualquier otra forma de
retenci髇 de l韖uidos, y al
relacionarse ―confundirse―
la polidipsia con la
hidropes韆, s髄o nos queda
pensar que la 鷑ica
enfermedad expresada
sintomatol骻icamente en la
literatura cervantina es la diabetes
mellitus, que
descompens醤dose finalmente
a鷑 m醩 con los esfuerzos
del viaje de ida y vuelta a
Esquivias, origin?gran
astenia, delgadez e hipotrofia
muscular, dando lugar,
finalmente, a un estado
estuporoso que evoluciona al
coma, causa inmediata del
fallecimiento. No obstante, si
tomamos la hidropes韆 como
cierta, en el sentido de
existir colecci髇 de l韖uido
en el organismo, s?hemos de
dirigir nuestra atenci髇
hacia la cirrosis hep醫ica,
hacia la carcinomatosis
peritoneal u otra patolog韆
que produzca ascitis, o bien
hacia la insuficiencia renal o
cardiaca.
Parece bastante improbable que la encefalopat韆
hep醫ica severa,
complicaci髇 con la que
suelen concluir estos males
hep醫icos, le permitiera
estar l鷆ido hasta casi
鷏tima hora, lo que s?est? demostrado documentalmente.
S?es posible que, a su edad,
padeciera cierto grado de
insuficiencia cardiaca, pero
tambi閚 es l骻ico pensar que
閟ta, finalmente, hubiera
cursado con edemas ostensibles
y disnea y ortopnea, s韓tomas
que tampoco aparecen
referenciados por parte alguna
y que seguramente le hubieran
impedido razonar bien y
escribir lo razonado. S髄o
tres d韆s antes de su muerte
escribe al Conde de Lemos:
獷l tiempo es breve, las
ansias crecen, las esperanzas
menguan, y con todo ello llevo
la vida sobre el deseo que
tengo de vivir, y quisiera yo
ponerle coto hasta besar los
pies de V.E. ...?
El Dr. Jos?G髆ez Oca馻, en su Historia Cl韓ica de
Cervantes (1899), en una
閜oca que se desconoc韆 la
etiopatogenia de la diabetes,
supone que muere de una
enfermedad de coraz髇, que
tampoco determina, pero que
tiene que ver con la
arterioesclerosis: 玀as si
pudo Cervantes vencer en los
mil peligros que amenazaban su
vida, no logr?hurtar el
cuerpo a la vejez, y 閟ta
hizo mella, no en el cerebro,
de hermosa y s髄ida textura,
sino en los vasos y en el
coraz髇, de f醔rica m醩
endeble. Arterio esclerosis se
llama t閏nicamente esta vejez
del aparato circulatorio, y de
la cual derivan multitud de
enfermedades del mismo
coraz髇 y de otros 髍ganos,
que todos al cabo se
resienten?
趌timos
d韆s de Cervantes
Cervantes, hacia marzo de 1616, se siente mal. Ha de
terminar el Persiles
como sea. Tiene la sensaci髇
de que esta obra es su
testamento literario: 獿a
muerte, en cualquier traje que
venga, es espantosa? El 26
de marzo contesta una carta de
su protector el arzobispo de
Toledo, don Bernardo de
Sandoval y Rojas. La carta
descubre el p閟imo estado de
su salud: 玈i del mal que me
aquexa pudiera haber
remedio... pero al fin tanto
arrecia, que creo acabar? conmigo, aun cuando no con mi
agradecimiento? Termina el
pr髄ogo de Persiles
despidi閚dose: 獳di髎,
gracias; adi髎, donaires;
adi髎, regocijados amigos;
que yo me voy muriendo y
deseando veros pronto
contentos en la otra vida?
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Miguel de Cervantes, el
manco de Lepanto, muri?el
d韆 22 de abril de
1616, a los
69 a駉s, a consecuencia de las
complica-
ciones de la diabetes
mellitus que ven韆
padeciendo dentro de un cuadro
de insuficiencia cardiaca. |
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Cervantes sabe que se muere, pero sus ansias de vivir le
hacen revelarse contra ello.
Es la negaci髇 de un
pron髎tico letal y cierto.
Pero es consciente de su
gravedad, estado de 醤imo que
contrarresta con la esperanza
de la recuperaci髇 (閘 que
ha salido airoso de tantos
avatares, conf韆 tambi閚
ahora en la curaci髇).
Gravedad y esperanza son
sentimientos que manifiesta:
玀i edad no est?ya para
burlarse de la otra vida?
玊ras de ellas ―Novelas
Ejemplares―, si la
vida no me deja, te ofrezco
los Trabajos de Persiles? (Pr髄ogo de Novelas
Ejemplares, 1613).
Desechando, pues, la hidropes韆 (ascitis) como
consecuencia de cirrosis
hep醫ica, porque
razonablemente la
encefalopat韆 consiguiente le
hubiera impedido escribir como
lo hizo tres d韆s antes de su
muerte, y tomando como cierta
la existencia de diabetes
mellitus, s?podemos
admitir, como causa
intermediaria de su
fallecimiento, la
insuficiencia cardiaca. Claro
que, a pesar del tiempo
trascurrido (mucho ha llovido
m閐icamente desde 1899),
debemos estar de acuerdo con
el Dr. Jos?G髆ez Oca馻 en
culpar de la muerte de
Cervantes a las arterias
estropeadas, en comorbilidad
con la diabetes e
insuficiencia cardiaca, que ya
sabemos c髆o la diabetes no
tratada mortifica las paredes
de las arterias, las endurece
y las angosta, entorpeciendo
la circulaci髇 de la sangre,
originando que las arterias
m醩 finas provoquen desastres
histol骻icos y funcionales a
nivel de coraz髇
(coronarias), cerebro o
ri耋n.
Conclusi髇
Como conclusi髇, precisamos que Miguel de Cervantes, el
manco de Lepanto, muri?a los
69 a駉s, hidalgo pero pobre,
a consecuencia de las
complicaciones de la diabetes
mellitus que ven韆
padeciendo dentro de un cuadro
de insuficiencia cardiaca.
Muri?el d韆 22 de abril de
1616, siendo enterrado al
siguiente d韆 en el convento
de las Trinitarias, en la
calle de Cantarranas en
Madrid. Estando seguros en la
fecha del 骲ito, sin embargo,
en lo que a las causa del
mismo, 玥arto sabemos que
mucho de lo consignado aqu? es indemostrable, pero
tambi閚 creemos que lo ser韆
mucho de lo que se expusiera
en contrario?
_______________
NOTAS:
(1)
ASTRANA MAR蚇, Luis: Vida
ejemplar y heroica de Miguel
de Cervantes Saavedra.
Inst. Ed. Reus, 1958.
BABELON,
Jean: Cervantes. Ed.
Losada, Buenos Aires, 1947.
CABEZAS,
J. Antonio. Cervantes, del
mito al hombre. Biblioteca
Nueva, 1967.
GARGANTILLA,
Pedro: 玀iguel de Cervantes,
el coraz髇 de Don Quijote?
en Noticias M閐icas,
N.?3868, 2005.
G覯EZ
OCA袮, Jos? Historia
Cl韓ica de Cervantes.
Imp. de los hijos de M. G.
Hern醤dez, 1899.
L覲EZ
ALONSO, Antonio: Enfermedad
y muerte de Cervantes.
UAH, 1999.
L覲EZ
M蒒DEZ, Harold: La
medicina en el Quijote.
Ed. Quevedo, 1969.
RODR虶UEZ
CABEZAS, 羘gel y Rodr韌uez
Id韌oras, M.?Isabel: Historias
de la cirug韆. Academia
de Ciencias y Humanidades de
Santo Tom醩, 2000.
(2)
Noguer Molins, L.: Exploraci髇
cl韓ica. Ed.
Cient韋ico-M閐ica, 1949.
(3)
Fue cirujano, lo que quer韆
decir entonces que fue una
especie de m閐ico fracasado
que, por no saber lat韓, no
ha podido conquistar sus
grados (Jean Babelon. Op.
cit.).
(4)
Crey?(el m閐ico de
Cervantes) que, en contacto
con el campo, los buenos
alimentos y el buen vino, tal
vez pudiera mejorar de aquella
hidropes韆: err髇ea palabra
para una enfermedad superior a
su ciencia. Y fue echarlo de
todo en todo a perder. Porque
salido de Madrid el paciente
en los primeros d韆s de
Pascua de Resurrecci髇, sobre
el 4 ?5 de abril, sea el
cansancio de las seis leguas a
caballo, en carro o en burro
hasta Esquivias; sea la vida
regalada u op韕ara del lugar,
le agrav?de manera, que no
bien transcurrida una semana,
hacia el 12 ?el 13 del mismo
mes, se vio obligado a
regresar a la Corte, en uni髇
de dos amigos suyos (quiz醩
uno de ellos su cu馻do
Francisco de Palacios), con
tantas se馻les de muerto como
de vivo; ruta emotiva hasta lo
pat閠ico, por su encuentro
con el estudiante pardal, que
narrar?poco d韆s despu閟
al borde de la muerte (Astrana
Mar韓, op. cit).