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Alberto
M閚dez, ganador, a
t韙ulo p髎tumo, del
Premio Nacional de
Narrativa 2005. |
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l escritor madrile駉 Alberto
M閚dez, fallecido hace ahora justamente un a駉,
fue
galardonado el pasado 6 de octubre
con el Premio Nacional de
Narrativa por Los girasoles
ciegos (Anagrama, 2004), su 鷑ica obra, que
public?unos meses antes de su
muerte.
Este premio est?dotado de
15.000 euros y lo concede el
Ministerio de Cultura a una obra
publicada el a駉 anterior, y,
curiosamente, es la primera vez
que se concede a t韙ulo
p髎tumo.
Los girasoles ciegos fue para el galardonado el fruto de una tarea de recogida de
peque馻s historias, el inicio
de lo que quer韆 hacer en el
futuro. Por eso que Milagros
Vald閟, viuda del galardonado,
declarase a los medios de
comunicaci髇 que entend韆 el
premio 玞omo un tributo a su
labor callada?
El jurado celebr?las
deliberaciones en las
dependencias del Ministerio de
Cultura y estuvo presidido por
Rogelio Blanco, director general
del libro, y actuaron como
vocales Luis Goytisolo, Carmen
Posadas, Carmen Alborch,
Nicol醩 Mi馻mbres, M髇ica
Fern醤dez, Pepa Roma, Euloxio
Rodr韌uez, Patri Urkizu,
Vincens Pages y Carlos Gal醤.
El
autor y su obra
Seg鷑 explic?Jorge
Herralde, editor de Anagrama,
amigo personal y 慸escubridor? del autor, Los
girasoles ciegos est? constituida de 玞uatro relatos
independientes, aunque
imbricados en una misma
atm髎fera? y a馻di?que
玁ada m醩 leer las primeras
l韓eas, me di cuenta de que
estaba ante un libro que rebosa
verdad moral y tambi閚
literaria? Se
trata de historias silenciadas
durante a駉s y el resultado del
trabajo que realiz?a lo largo
de toda su vida, una labor de
recopilaci髇 de historias
personales o contadas por otros
entre susurros, que M閚dez fue
oyendo y anotando.
Herralde
defini?la obra como 玼na
indagaci髇 l鷆ida y serena en
la memoria personal y
colectiva?y sintetiz?su
ideolog韆 como 玼n ajuste de
cuentas sin agresividad y sin
af醤 revanchista. Hay dolor,
pero la belleza formal del texto
lo narcotiza?
Refiri閚dose
a una cr韙ica anterior sobre la
calidad de la obra, precis?que
compart韆 玪a opini髇 del
cr韙ico Javier Go駃 cuando
se馻la que es una prosa
inaugural, como si fuese la
primera vez que te cuentan la
Guerra Civil?
Luego, y
respecto del galardonado, el
editor precis?lo sorprendente
que resultaba que 玜 los 61 ? 62 a駉s, y sin ning鷑 rodaje
literario, se pueda escribir una
戵pera prima?de esta
calidad y de esta
autenticidad?
Argumento
y estructura de la obra
El libro tiene su m閞ito. Y lo
tiene no s髄o por la emoci髇
que despierta su lectura, sino
tambi閚 por su evidente calidad
literaria. Los relatos tienen,
desde luego, un valor
independiente, pero la manera
como est醤 trabados los dota de
un valor de conjunto. Las cuatro narraciones se
enmarcan cronol骻icamente, como
se ha apuntado antes, entre los
鷏timos momentos de nuestra
contienda civil y los a駉s
inmediatamente posteriores a la
implantaci髇 del nuevo orden
impuesto por el general Franco,
y re鷑e
cuatro historias de
perdedores pol韙icos, pero
ganadores de s?mismos por su
fidelidad a la 閠ica y a la
honestidad y su renuncia a la
falsedad y la impostura. Una
obra sobre la memoria, que
comienza el d韆 en que termin? el conflicto b閘ico y que
termina con los primeros
fracasos de los alemanes en la
II Guerra Mundial.
Cuatro
relatos, cuyos t韙ulos num閞icos
son ya de por s?significativos
(1939, 1940, 1941 y 1942),
como cuatro sangrantes derrotas.
Derrotas no s髄o b閘icas. El
primero (1939) relata la
historia de un oficial
franquista que, sabiendo que
Madrid va a rendirse, se entrega
al adversario renunciando a
participar en la victoria: no
desea 玞onquistar un cementerio?
El segundo (1940) versa
sobre un poeta adolescente que
huye con su novia embarazada ?/span>que
muere en el parto?/span> y que,
escondido en el monte, va
anotando en un cuaderno sus
reflexiones mientras se debate
entre dejar morir a su hijo ?/span>hijo
de una huida?/span> y la
supervivencia. El tercero (1941)
narra la historia de un preso
que conoci?al descendiente
fusilado de su juez y que, tras
d韆s posponiendo la sentencia
con la invenci髇 de
heroicidades para una madre
desconsolada, renuncia a la
farsa para arrebatar al verdugo
el consuelo de la
autocomplacencia y el orgullo
falaz. Y el cuarto (1941)
narra el caso de un escolar cuyo
padre vive escondido en un
armario y cuya madre, en su
intento de proteger a un ser que
se ha rendido, se ve asediada
sexualmente por un di醕ono
lujurioso. Emoci髇 y sorpresa,
adem醩, al descubrir que el
tercer relato est?conectado
con el primero a trav閟 de un
personaje-s韒bolo. Tambi閚 el
cuarto est?conectado con el
segundo.
玁o son historias ciertas, pero
s?que son verdad; son
historias o韉as a sus
protagonistas, derrotados que
las narraron siempre con sordina
y sin poder vencer jam醩 a sus
miedos? explic?el propio
Alberto M閚dez el d韆 en que
se present?el libro, y dijo
que 玁uestra generaci髇 ha
vivido en la memoria de nuestro
padres, quienes vivieron en el
silencio; yo s?ahora que mis
hijos sabr醤 mejor qui閚 soy,
qui閚es somos; he escrito este
libro con el ruido de la
memoria, sin que me importaran
tanto las historias como su olor
o su calor?
Los girasoles ciegos no es
el libro de un autor
traumatizado por una transici髇
que abort?la revancha de los
perdedores de una guerra una vez
establecido el orden
democr醫ico; debe evitarse
catalogarlo entre esos t韙ulos
que, desde hace unos a駉s, son
exponentes tard韔s de una
venganza frustrada. La cuatro
narraciones versan,
efectivamente, sobre la Guerra
Civil y sus consecuencias
pol韙icas en la sociedad
espa駉la de posguerra, pero son
tambi閚 cuatro historias que
sangran desconsuelo y
desolaci髇, y bajo las que
subyace la horrenda idea de que,
en una guerra civil, nadie
vence, pierde todo el pueblo que
la ha sufrido. Los girasoles
ciegos es, en definitiva, un
libro de duelo flagrante que
invita a asumir la historia sin
ambages, a no olvidar pasados
horrores para evitar repetirlos.
Unos
datos biogr醘icos
Alberto M閚dez naci?en 1941 en
Roma (Italia) y era hijo del
poeta Jos?M閚dez Herrera,
que, por aquel entonces,
trabajaba para la FAO, aunque
fue m醩 conocido por su labor
traductora para la Editorial
Aguilar de autores tan
excelentes como Dickens,
Stevenson, Goldoni y Chesterton,
entre otros, m閞ito que le fue
reconocido en 1962 con
el Premio Nacional de
Traducci髇 por su exquisita
versi髇 de las obras
dram醫icas de Shakespeare.
Su infancia trancurre en Roma,
donde estudi?el bachillerato. De regreso a Espa馻, M閚dez
se licencia en Filosof韆 y
Letras en la Universidad
Complutense de Madrid. Ideol骻icamente
adscrito a la izquierda, desde
joven fue militante del PCE y
estuvo muy vinculado al campo
editorial, particularmente a la
Editorial Ciencia Nueva y
Grijalbo.
Desde sus comienzos en este
mundo, M閚dez tuvo que batallar
contra la censura, y no siempre
con resultados satisfactorios;
as? cabe decir que Manuel Fraga
Iribarne, entonces ministro de
Informaci髇 y Turismo, le
cerr?la editorial Ciencia
Nueva. Se馻lado como 玶ojo
peligroso? M閚dez fue
expulsado de la universidad por
encabezar las protestas contra
el r間imen que fueron tambi閚
motivo de exclaustraci髇 de los
profesores Jos?Luis Aranguren,
Agust韓 Garc韆 Calvo y Enrique
Tierno Galv醤.
Su creaci髇 literaria se reduce
tan s髄o a una obra, Los
girasoles ciegos, y en el
espacio que media entre la
publicaci髇 (febrero de 2004) y
el fallecimiento del autor, ha
merecido el aplauso de la
cr韙ica, el reconocimiento de
los lectores y el prestigio de
ganar tres galardones casi
inmediatamente consecutivos, el
Premio Setenil al mejor libro de
cuentos del a駉 (diciembre de
2004), el de la Cr韙ica (abril
de 2005), cuando todav韆
andaba el libro en su
primera edici髇, y ahora, en
octubre, el Nacional de
Narrativa, logrando imponerse a
autores de la talla de Javier
Mar韆s, Carlos Castilla del
Pino y Luis Mateo D韊z, entre
otros de reconocido prestigio.
La concesi髇 del Premio de la
Cr韙ica fue decisiva para el
reconocimiento del m閞ito del
libro: entre las fechas de abril
y octubre, en tan poco tiempo,
el libro ha agotado seis
ediciones (unos quince mil
ejemplares) y vendido los
derechos de traducci髇 a varios
pa韘es, como Francia, Alemania
Italia o Serbia.
Alberto M閚dez fallece en Madrid
el 30 de diciembre de 2004, cuando
contaba 63 a駉s, dejando
inconclusa la que podr韆 ser su
segunda obra, una novela cuyo
argumento gira en torno al
comisario franquista Yag黣, el
mismo que, seg鷑 palabras del
autor, 玹ir?por la ventana a
Juli醤 Grimau y me tortur?a
m砘.